Una actuación que siguieron cerca de 35.000 personas desde ‘El Picón’ en donde no cabía ni un alfiler. El rapero madrileño protagonizó el mayor despliegue técnico que jamás se ha visto en un concierto del Sonorama (con pasarela incluida saliendo de escenario) con una producción y puesta en escena a la altura de Hollywood. La Maravillosa Orquesta del Alcohol ya son profetas en su tierra. Donde los personajes crípticos rompen con el tono del libro -hasta ahora los conocías o podías intuir de dónde los había sacado Aloma-, con sus máscaras y su vocalización llena de hilillos de fábula.