No obstante, con tratamiento psicológico y el apoyo de compañeros que le tutelaron, como Sergio Ramos, o los fallecidos José Antonio Reyes y Antonio Puerta, consiguió salir adelante y destacar de enorme manera como futbolista. Peñarol quedaba con ocho jugadores y debía enfrentar a un Nacional que permanecía con once. Sin embargo, a los 82 minutos de juego, luego de un pase de Diego Aguirre, Jorge Cabrera convertía un nuevo gol para Peñarol, poniendo al equipo arriba 2-1, resultado que se mantendría hasta el final.