Lo más curioso de nuestra visita a este insigne lugar en el que fue fusilado el sacerdote revolucionario Hidalgo, fue que mientras paseábamos por el cuadriculado patio, equipacion españa no dejaban de aparecer parejas de recién casados para hacerse las fotos oportunas post-matrimonio. Una vez salimos de la cantina este par de granujas querían llevarme a una discoteca a conocer el ambiente festivo de la ciudad. Mediante técnicas de distracción y convencimiento dignas de una secta, por fin logré que me llevaran al supermercado «Gigante» no sin antes disfrutar de un escueto tour por la Zona Rosa de Ensenada.