Esta última forma nos remite a la manera en que Fabrizio Ravanelli solía celebrar un gol, él que fue el primero en tener la idea de arrancarla llevándola en la cabeza. Y añadió: “Un jugador debe ser amonestado, aunque no se valide el gol, si se quita la camiseta o se cubre la cabeza con ella”. Por lo tanto, no hay una explicación oficial, si acaso, hay varias interpretaciones que tratan de entender la razón de ser.