En 1981, durante un polémico partido contra Boca Juniors y sabiendo que el descenso de categoría era inminente, Colón decide jugar el segundo tiempo con una inusual camiseta a rayas verticales celestes y blancas. En la camiseta alternativa de Colón siempre predetermino el blanco con detalles en rojo y negro, gris o celeste. Esta decisión fue adoptada con el fin de no descender utilizando los colores tradicionales (en palabras del propio presidente de Colón en ese entonces).